domingo, 15 de julio de 2012

Soledad (1)


Conforme discurren los días
–idénticos a sí mismos, monótonos–
más se adentra mi ser
en  el yermo de la  soledad
donde ninguna voz me reclama
ninguna mano me alcanza
ningún corazón  palpita a la par
de este pobre corazón mío
que  como un olvidado despojo
se va extinguiendo en silencio.

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