viernes, 27 de abril de 2012

Una manera de estar en el mundo




HAY una manera  de estar
en el mundo
sin que se  te note apenas
Pasando tan desapercibido
como si no existieras.

Te mueves de lado,
hablas quedo o mejor
no hablas siquiera.

Jamás miras a  la cara
del otro o si acaso sí
lo miras pero de soslayo.

Procuras mantener siempre
la vista clavada en el suelo,
doblegado el cuello.

Si te pisan no gritas,
si te empujan no protestas,  
si te atropellan consientes
sumiso.

Avanzas siempre en la dirección
que se te señala e indica.

Día tras  día acudes puntual
a tu trabajo y con la esforzada
dedicación de una hormiga obrera
acumulas bienes y capitales
para ti  y  tu descendencia,
para el presente y para el
incierto futuro.

Comes  duermes  te lavas
practicas el sexo marital
con mecánica regularidad.

Ni por un instante  permites
que en tu cabeza florezcan
ideas pensamientos sueños
originales propuestas,  
ni en tu corazón
deseos  anhelos aspiraciones
pasiones  amores querencias.

Subsistir es tu consigna.
 
Vives del todo indiferente
a los problemas del mundo,
de espaldas  a cuanto a
tu alrededor acontece:
la iniquidad  la injusticia
la explotación
el dolor de las gentes.

Y justo  en el lugar
(o en cualquier otro,
que esto es del todo  
indiferente) en el que
un día viniste al mundo
sin estridencias
otro cualquiera
te mueres en silencio.



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